ROMANCE DE LA GUARDIA
CIVIL ESPAÑOLA
Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.
I que consti: quan llegeixi aquest poema des de l'altra banda de la frontera, em seguiré traient el barret i fent les genuflexions que fan al cas.
Que no s'ha de confondre "el culo con las témporas", que deia aquell.
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